domingo, 9 de septiembre de 2018

Medusas luna



El reino animal resulta de gran interés para todos los seres humanos. Particularmente, el mundo que se desarrolla en las profundidades de mares y océanos goza de un atractivo innegable. La fauna marina es tan diversa como fascinante. Parte de este reino de ultramar son las medusas, especies de las que hablaremos hoy en nuestro portal.

Características de las medusas luna
La medusa común es conocida también como medusa platillo, medusa sombrilla o medusa luna y su nombre científico es Aurelia aurita. Son animales de una apariencia gelatinosa, sin embargo, poseen una delicada belleza.
Pertenece a la abundante clase de los escifozoos, por lo que puede encontrarse en las aguas superficiales de todo el mundo, tanto en alta mar como en zonas costeras, exceptuando las de muy bajas temperaturas. Es utilizada para consumo humano en las naciones asiáticas, sobre todo en Indonesia y China.
Su nado tiene una forma muy singular, pues lo hace mediante contracciones regulares de su cuerpo. Puede encontrarse sola o en pequeños grupos y generalmente se desplaza dejándose llevar por las corrientes marinas, pues no cuenta con una gran fuerza.
Aunque la picadura de una medusa suele ser muy dolorosa para los seres humanos, esta criatura es inofensiva, por lo que no causa males mayores para la salud del hombre.
Sus principales depredadores son el pez luna, la tortuga laúd, algunas ballenas y otros ejemplares de medusas, especies que amenazan la existencia de la medusa común, aunque la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza no la tiene registrada como una especie en peligro de extinción ni a punto d estarlo.


Descripción de las medusa luna
Las medusas se distinguen por tener la forma de una seta u hongo. Su constitución es muy simple, pues carecen de esqueleto y de órganos como el corazón o el cerebro. Tampoco posee tráquea, pulmones o branquias, por lo que respira mediante la difusión del oxígeno del agua gracias a una delgada membrana que recubre su cuerpo.
El diámetro de su sombrilla puede oscilar entre los 25 y los 40 cm y, aunque las medusas de mayor tamaño pueden llegar a medir 2 metros de longitud, por lo general no exceden los 5 centímetros de largo.
Alrededor de su sombrilla, cuelgan numerosos y delgados tentáculos, gracias a los cuales es capaz de orientarse, percibir olores, detectar cambios de iluminación y atrapar su alimento.
La medusa no es un pez, es un invertebrado que forma parte de los Cnidarios, junto con los corales y las anémonas. Los ejemplares pertenecientes a este tipo de invertebrados poseen la boca en el centro del cuerpo, rodeada de tentáculos.
Su color es transparente, aunque puede presentar patrones o rayas de tenues coloraciones. Además, posee algunas estructuras de su cuerpo de colores variados. Por ejemplo, las gónadas de estos animales se presentan en forma de herraduras dispuestas simétricamente en torno al centro de la sombrilla. En el caso de los machos estas pueden ser blancas o amarillas, mientras las hembras poseen gónadas rosas o violetas.


Reproducción y ciclo vital
Las medusas alcanzan su plenitud sexual durante los períodos de primavera o verano. Existe un dimorfismo sexual entre hembras y machos pues pueden ser fácilmente diferenciados por el color de sus gónadas.
La reproducción puede ser tanto de manera sexual como asexual, aunque también pueden reproducirse mediante la fecundación interna. La primera variante se produce gracias a la unión de gametos, que da paso a la formación de huevos que se desarrollan en las gónadas.
Una vez los huevos se han convertido en larvas, estas son liberadas generalmente durante el otoño, y en un breve período de tiempo se vuelven animales fijados a una estructura dura capaces de reproducirse asexualmente liberando pequeñas medusas, cuya madurez acontece a los tres meses de edad. Por lo general, la esperanza de vida de las medusas comunes es de tres a seis meses.


Distribución y hábitat
Suelen encontrarse en las aguas de todo el mundo, sobre todo en aquellas de baja concentración salina. Son capaces de soportar temperaturas desde los 6 grados centígrados hasta 31 grados, aunque la temperatura ideal para las medusas se encuentra entre los 9 y los 19 grados centígrados.
Pueden ser encontradas en aguas de todo el mundo, en los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, en el hemisferio norte. Se ubican desde los trópicos hasta los 70 grados de latitud Norte.

Comportamiento

Su comportamiento es definido por elementos externos como la obtención de los alimentos. Nada de manera horizontal gracias a las pulsaciones de su sombrilla o campana, la que mantiene cerca de la superficie del agua. De esta forma sus tentáculos tendrán una mayor extensión dentro del agua, permitiéndole atrapar sus alimentos con mayor facilidad.

Alimentación

La medusa común es considerada como una especie carnívora, pues aunque su principal alimento es el plancton, también se alimenta de otros moluscos, protozoos, crustáceos, larvas, gusanos, huevos, hidromedusas, etc.
Puede realizar este proceso de alimentación gracias a una capa viscosa que recubre su cuerpo y por la que atrapa su comida, para luego llevarla a su boca ubicada en el centro de su sombrilla.
Hasta aquí algunos aspectos generales de la medusa común o de la luna, una especie marina que desprende ternura y belleza.

Fuente:

Medusas avispas de mar



De nombre científico Chironex fleckeri, la avispa de mar o medusa de caja está considerada como uno de los animales más venenosos de la Tierra, capaz de matar a un ser humano por contacto. Por suerte el hábitat de esta cubomedusa, clase Cubozoa, se concentra fundamentalmente en las aguas de Australia y algunas que otras áreas del océano Índico oriental y del Pacífico. Los reportes de su existencia en otras latitudes son escasos.

Características de las medusas avispa
El cuerpo principal de estas medusas o umbrela asemeja un cuadrado y al igual que otras especies de  medusas es translúcido. Por esto es que resulta difícil divisarlas, a menos que sea de noche y el brillo que proyectan en ese momento del día las haga visibles desde determinadas distancias.
Sus tentáculos pueden extender su tamaño hasta tres metros de largo y cada uno contiene hasta cinco mil millones de aguijones microscópicos o cnidocitos, que son los componentes mediante los que inyecta su veneno.

Una diferencia notoria de estas avispas de mar con otras medusas, son sus cuatro grupos de 20 ojos, mientras que la mayoría de sus parientas son ciegas. No obstante, aún no se ha precisado si ven y procesan imágenes lo suficiente como para perseguir presas valiéndose de esos ojos, lo cual puede resultar improbable dado el escaso desarrollo de su sistema nervioso central.
Veneno de la medusa avispa de mar
Como se dijo al inicio, este animal es calificado como uno de los más letales, si no el que más. Su potente veneno en cantidades tan ínfimas como 1,4 miligramos puede provocar que un humano pierda la vida en menos de cinco minutos, o dejar graves secuelas para el resto de la vida. Se calcula que todo el veneno de una sola medusa avispa de mar podría quitar la vida a cerca de 50 personas.
Según estudios realizados, la especie se vuelve más mortífera con el paso del tiempo. De pequeñas solo tienen veneno en un cinco por ciento de sus células urticantes y ya adultas, y alcanzado su máximo desarrollo, este se extiende al 50 por ciento, lo que les permite además ir a por presas de mayor envergadura.

Al rociar a una víctima humana con sus tentáculos e impregnar su veneno, la medusa provoca que en el área del contacto aparezcan lesiones visibles que se van enrojeciendo. Asimismo, si la cantidad de veneno fue suficiente para provocar la muerte, la zona se hincha y a los 20 minutos del contacto comienza a producirse el denominado síndrome irukandji, consistente en un intenso dolor en todo el cuerpo, la duplicación de la tensión sanguínea y la triplicación del ritmo cardíaco. Normalmente, cuando esto ocurre la muerte sobreviene tras una embolia cardíaca.
Si la cantidad inoculada al organismo no fuese suficiente para causar una muerte rápida como la escrita, el dolor persistirá de forma intensa hasta 48 horas, aunque como promedio son 12. Tras resultar afectado, la primera medida efectiva es untar vinagre en la zona en cuestión, pues esta sustancia posee propiedades que inhiben su efecto. No obstante, se debe acudir de inmediato al hospital o clínica más cercana, para recibir tratamiento especializado.

Otros síntomas del veneno de la avispa de mar, al que algunos animales como las tortugas de mar son inmunes, son las dificultades para respirar, las náuseas y los vómitos, y la muerte del tejido cutáneo impactado.

Fuente:

Botón azul



Aunque suele confundirse en muchas ocasiones, quizás porque en su nombre en inglés tiene la palabra jelly como en jellyfish (medusa), el Botón azul no es una medusa sino una Hydra.
De nombre científico porpita porpita, esta especie pertenece al género Hydrozoa y es un animal de colonia, integrado por pólipos individuales y especializados cada uno en una determinada función como alimentación, defensa o reproducción.

El botón azul, sin embargo, sí está emparentado con las medusas, ya que ambos pertenecen también al grupo de animales marinos calificados como Phylum Cnidaria, al que además pertenecen los corales, las anémonas y otras especies.

Composición y tamaño
Es relativamente pequeña y mide alrededor de 2.5 centímetros de diámetro. Está compuesta por una caja o plataforma central, dura y con variaciones cromáticas entre el marrón y el dorado, que a su vez está rodeada de tentáculos. Estos tentáculos, que van del azul intenso al verde brillante, tienen células urticarias.

Alimentación y reproducción
Los botones azules se alimentan de plancton y otros organismos pequeños, y su reproducción es de lo más curiosa, ya que son animales hermafroditas, lo cual quiere decir que cada ejemplar posee órganos sexuales masculinos y femeninos.
Estos órganos liberan huevos y esperma en el agua para el acto de fecundación, con la consecuente transformación de los primeros en larvas y posteriormente en pólipos.
De hecho, los botones azules son colonias de diferentes tipos de pólipos que se van formando a medida que uno de ellos se divide como resultado del acto reproductivo para formar otros nuevos.


Distribución geográfica y hábitat
El botón azul se encuentra fundamentalmente en las aguas templadas de Europa, el mar Mediterráneo, el Golfo de México, el sur de Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Vive sobre todo en la superficie del océano y en ocasiones puede llegar hasta la orilla, siendo visible para miles de bañistas en playas o habitantes de comunidades costeras.
Aunque no es de las especies marinas más peligrosas para el ser humano ni su veneno es de los más mortales, se debe evitar el roce o contacto con el botón azul, ya que su picadura o mejor dicho, el veneno desprendido por sus células urticarias, causan irritación en la piel.


Cómo proceder ante una picada de botón azul
Lo primero que debes hacer si fueras picado por un botón azul, o piensas socorrer a una víctima, es cubrir tus manos con una bolsita de plástico o guantes para retirar los tentáculos y fragmentos que pudiesen haber quedado en la zona de la picadura, tal y como se haría ante una picada de medusa o barquito portugués, más severos que el botón azul.
Si en ese proceso te auxilias de arena o agua tibia el resultado será mucho mejor, ya que se alivia un poco el dolor o picazón.
Después, para atenuar la comezón, se puede aplicar en el área picada compresas mojadas con agua, zumo de limón o vinagre o amoniaco rebajado. Es importante que conozcas que por muy molesto que sea, no se debe uno rascar buscando alivio, que sólo sería momentáneo para después empeorar.

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Medusas aguamala




En este artículo vamos a hablar de una de las medusas más presentes en en el Mediterráneo. Se trata ni más ni menos de la medusa Rhizostoma octopus, también conocida como medusa aguamala o acalefo azul.


Rasgos generales
El acalefo es identificable a partir de su apariencia sólida. Puede variar en color desde el blanco o amarillo, los generales, hasta tener partes en verde, azul, rosa o marrón.
La cúpula gruesa en forma de campana o cuerpo principal se vuelve más delgada alrededor de su margen por dividirse en varios lóbulos semicirculares que se van abriendo hacia fuera, como extensiones que parten de un tronco común. Puede crecer hasta los 90 centímetros de diámetro.
Sobre su superficie inferior tiene cuatro pares de grandes brazos orales y ningún ejemplar presenta tentáculos marginales como los de otras especies de aguamala.
Los machos adultos de la especie tienen gónadas azules, mientras que las de las hembras son de color marrón rojizo. Cuando ambos exponen al aire sus verrugas nematocistos dan al cuerpo principal una tonalidad mate, que hace más atractiva visualmente al ejemplar.


Hábitat
Los registros de la especie y las ubicaciones conocidas la sitúan en las costas suroccidentales de las islas británicas, por lo que se dice que el Rhizostoma octopus es un animal de aguas costeras y puede ser encontrado varado en la orilla o en acumulaciones de agua en las rocas producto de los movimientos de la marea.
Su presencia es esporádica de un año a otro y mayormente son halladas en verano u otoño. Algunos estudiosos consideran que algunos especímenes viven en aguas profundas durante los otras estaciones, sobre todo el invierno.

Picaduras por roce
Aguamala al fin, el acalefo puede producir picaduras dolorosas tras el roce con la piel y dejar una fuerte comezón o picazón en el área afectada. Ante ellas, el proceder es similar al de otras especies y lo más aconsejable es aplicar una solución acuosa concentrada de bicarbonato sódico.


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Medusa gelatina cristal



Elegante y casi transparente, este tipo de medusa tiene filamentos largos y delicados. Puede dilatar su boca cuando se alimenta, hasta llegar a tragar medusas de más de la mitad de su tamaño. Cuando se altera, emite una luminiscencia verde-azulada bajo iluminación especial, gracias a más de 100 minúsculos órganos que rodean la campana exterior. Es cosechada por su aecuorina bioluminosa, que se utiliza en experimentos neurológicos y biológicos para detectar el calcio.

Descripción del animal
Nombre científico: Aequorea victoria
Familia: Aequoreidae
Hábitat: Aguas abiertas de la costa de Norteamérica, desde California central hasta Vancouver, principalmente en las cercanías de Washington y de la Columbia Británica.
Tipo de animal: Invertebrado
Dieta: Pequeños organismos blandos y crustáceos. Sin embargo, tiende a preferir alimentarse de otras medusas.
Tamaño: El diámetro de la campana puede crecer hasta 25 cm, pero generalmente no más de 8 cm en la Bahía de Monterey.
Especies similares: Hidromedusas, anémonas de mar, corales.

Conservación
Las medusas gelatina cristal nadan solo un poco y se dejan arrastrar por la corriente, flotando a la deriva. Toda la basura que tiramos al océano flota junto con ellas y otras especies también notables, y provoca perjuicios en un ecosistema que no comprendemos del todo.

Datos interesantes

Las medusas gelatina cristal poseen una luminiscencia brillante, con puntos resplandecientes sobre el borde de la campana externa. Los componentes necesarios para esta bioluminiscencia incluyen una proteína activada por el calcio ++, llamada aecuorina, y otra proteína verde fluorescente (GFP) que capta la energía de la aecuorina y la libera en forma de luz verde.
Las gelatina cristal pueden vivir más de dos años en exhibición. Aunque es muy difícil que estas medusas convivan con otros animales, ya que esta especie es conocida por su canibalismo.

Los científicos han creado “ratones verdes” que brillan con este color cuando se les ilumina con un haz de luz azul, logrados al insertar el gen de la GFP en los roedores.
La foto-proteína es de uso frecuente como marcador biológico que ayuda a los científicos a descubrir y a estudiar los genes con mayor facilidad.

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Medusas aguamar



Dentro del mundo de las medusas existen varias especies, cada una de las cuales tiene sus propias características y especificidades. Por tanto, si somos picados por alguna en nuestras incursiones en el mar y las playas, lo ideal para un tratamiento efectivo que alivie el dolor y la irritación lo antes posible es conocer por qué especie fuimos picados.
Una especie muy común en las áreas costeras del nordeste del océano Atlántico, sobre todo en Irlanda y el mar del Norte aunque también en el Mediterráneo y en las costas de Sudáfrica, es la medusa aguamar, nombrada en inglés Compass jellyfish y de nombre científico Chrysaora hysoscella.
A esta especie dedicaremos hoy el presente artículo, mediante el que podrás conocer a fondo sus características esenciales.

Hábitat de la medusa aguamar
Las medusas aguamar son organismos marinos que viven en aguas frías o templadas, entre cuatro y 28 grados Celsius, preferiblemente cercanas a regiones continentales.
Los adultos con frecuencia han sido vistos en la superficie, pero cuando esto sucede su apariencia es muy áspera. Lo normal es que habiten a profundidades cercanas a los 27 metros o a medio metro del lecho marino, aunque pocas veces pueden encontrarse en aguas cuya profundidad exceda los 30 metros.


Características de las medusas aguamar
De adultos, las aguamar tienen un cuerpo similar al de otras medusas con simetría radial. El tamaño de su campana, achatada y con forma de platillo, lo que le facilita sus desplazamientos, puede variar entre tres y 43 centímetros, con un diámetro medio de 15,31 centímetros y un peso entre 0,2 y 2,4 kilogramos.
La coloración de la superficie superior de dicha campana varía en distintas tonalidades de marrón y tiene marcas en forma de V alrededor de un punto central.
Estas medusas tienen tentáculos extensibles y retractables, agrupados en ocho trios. Los mismos poseen células urticarias que desprenden veneno para capturar a sus presas y órganos sensitivos que le permiten detectar luz y responder a otros estímulos.


Movimiento y comportamiento
El animal se desplaza valiéndose de movimientos de su campana para bombear agua e impulsarse adelante. También pueden moverse en vertical en una misma columna de agua durante varias horas, cerca de la superficie aunque sin emerger a ella del todo.
A pesar de este relativo control de su posición, las medusas son arrastradas por las corrientes oceánicas, por lo que no mantienen rangos territoriales ni tienen territorios bien definidos.  
De igual forma, las medusas aguamar son solitarias o lo que es lo mismo, no viven en grandes grupos o colonias.


Reproducción de la medusa aguamar
Las medusas aguamar pueden reproducirse sexual y asexualmente.
El tiempo que le toma a una ephyra (larva de medusa) convertirse en una adulta sexualmente madura gira en torno a unos pocos meses, generalmente comprendidos entre la primavera y el verano en las regiones norteñas.
La reproducción sexual se produce cuando un macho funcional de la especie libera esperma desde su boca y esta es tomada por una hembra. Por lo tanto, la fertilización es interna y después de que se produce, las larvas son liberadas por la hembra y nadan libremente hasta que unos días después se asientan como pólipos.

Esperanza de vida
La duración de un ejemplar ronda el año. Entre los meses de junio y agosto se estima que el 95 por ciento de las medusas experimentan un rápido período en el que emergen y nadan a la orilla hasta que mueren.
Las causas de esto son desconocidas, pero existe la hipótesis a partir de varios estudios de que se debe a que las medusas adultas mueren después de liberar sus gametos y por eso son arrastradas hasta la orilla.


Alimentación
Esta especie se alimenta de otros invertebrados marinos, fundamentalmente larvas, y plancton. Mediante sus cuatro tentáculos orales mueven la comida hacia la boca, subyugada previamente gracias al veneno desprendido por las células urticarias.
A su vez, las medusas aguamar pueden servir de alimento a determinadas especies de tortugas marinas y peces.
En ese sentido, diversos estudios demuestran que las medusas pueden incursionar en aguas más profundas de las que está cuando se sienten amenazadas por potenciales depredadores.


Impacto para los humanos
Como consecuencia del cambio climático y la lucha entre medusas y peces por presas para su alimentación, el número poblacional de las primeras se ha incrementado, provocando una disminución estimada en el número de peces durante los próximos 20 años.
El cambio de dominación de los peces hacia las medusas tiene igualmente un impacto negativo en la industria pesquera. Pueden además estropear las capturas de peces al echar a perder las redes de arrastre.
La especie ha sido conocida por interferir con la generación eléctrica de navíos al obstruir las entradas de corriente y dificultar la minería de diamantes en el mar al bloquear la succión del sedimento.
Igualmente puede ocasionar daños a los humanos al picarlos por el roce o contacto, lo que irrita la piel y provoca heridas dolorosas, pero no severas.


Fuente:

Medusas bola de cañón


Perteneciente a la familia Stomolophidae, se encuentra la especie de medusa conocida por el nombre común de bola de cañón, cabeza de col o medusa bala, que hace referencia a la similitud de su umbrela en forma y tamaño, con estos objetos. Las toxinas que se encuentran en sus nematocistos tienen una alta concentración de veneno, lo que las convierte en medusas mortales para el hombre.

Hábitat de las medusas bola de cañón
Esta especie de medusa es frecuente en el noroeste y la costa este-central del Océano Pacífico (aguas territoriales de China, Japón, y desde California a Ecuador). Además habitan en el Océano Atlántico (desde Inglaterra a Brasil) y en el sureste de los Estados Unidos, incluyendo la costa del Golfo de México. Para su desarrollo buscan aguas cálidas con una temperatura y una salinidad promedio de 23,1 C y 33.8 ppt respectivamente.
En los meses de verano y otoño es cuando son más frecuentes, ya que se acercan a aguas de poca profundidad para su reproducción, constituyendo el 16% de la biomasa de la zona costera de la región.


Características de la medusa.
La medusa bola de cañón posee una campana en forma de cúpula que mide apenas 25 cm de diámetro, donde destaca en ocasiones un borde coloreado en tonos marrón. Como una extensión del cuerpo se encuentran debajo de la boca un conjunto de brazos orales, que le ayudan como medio de propulsión y en la captura de las presas.
Como las demás especies de medusas, las bolas de cañón son depredadores al acecho, que cazan y se alimentan de otras especies de la fauna marina. Dentro de su alimento principal se encuentra el zooplancton y todas las formas de los peces marinos conocidos como corvinas.
Estas medusas también son depredadas, siendo su principal amenaza la mayor de todas las tortugas vivientes: la tortuga laúd. Esta especie de tortuga que está en peligro crítico de extinción, necesita a las medusas bola de cañón para su supervivencia.
Las medusas bola de cañón tienen un valor comercial, por lo que son pescadas y comercializadas por diferentes distribuidores de mariscos hacia el continente asiático (China, Japón y Tailandia), donde son valoradas en su gastronomía.


Reproducción de las bolas de cañón
Como ocurre en la mayoría de los cnidarios, la reproducción sexual no es la única forma de obtener nuevos descendientes de las medusas bola de cañón. Luego de ocurrida la reproducción sexual entre dos medusas y la fertilización del óvulo, comienza a desarrollarse el embrión hasta que alcanza el estado larvario general. La larva plánula busca un sustrato para fijarse, dando lugar al pólipo que se desarrolla y luego de unos días por reproducción asexual origina a las medusas. Cada medusa crecerá y madurará los gametos que formarán el nuevo huevo, repitiendo así el ciclo evolutivo.


Veneno mortal de las medusas bala
Las medusas bola de cañón son consideradas mortales para el hombre, ya que sus tentáculos poseen una cápsula con un filamento tóxico que utilizan para protegerse de sus depredadores o atacar a sus presas. Las medusas no atacan comúnmente a los humanos, pero cuando se acercan a las costas en la época reproductiva, pueden sorprender a los bañistas provocando problemas desde menos graves (enrojecimiento, hinchazón, dolor, inflamación) hasta los más severos (asfixia, problemas respiratorios, anafilaxia), que pueden resultar fatales.

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Medusa huevo frito

Medusa huevo frito

La medusa del Mediterráneo (Cotylorhiza tuberculata) también llamada medusa huevo frito por su aspecto en cuanto a forma y color, es frecuentemente vista en todo el litoral mediterráneo. Al igual que otras especies de medusas pertenecientes al filo Cnidaria, comparte las características propias de estos organismos marinos, dentro de las que destaca la presencia de células urticantes conocidas como cnidocitos.


Características de la medusa del mediterráneo
La umbrela de esta medusa es suave y gelatinosa, con un tamaño medio que oscila entre los 20 y los 40 cm. Es aplanada de color crema, excepto el área central que se encuentra abultada y destaca en un pardo- rojizo. La boca está situada en la cara inferior de la umbrela.
Está rodeada por un anillo circular de pequeños tentáculos morados. Posee 8 brazos que están recubiertas de pequeñas protuberancias con la forma de un botón, en un patrón cromático de blanco, azul y violeta. Esta característica es la que determina su identificación inmediata.

La coloración puede variar entre tonos verdosos o pardos-anaranjados, en función de la cantidad de algas que vivan de forma simbiótica en ella.
No es una especie peligrosa ya que presenta una escasa toxicidad en sus tentáculos, en comparación con otras de sus congéneres. Los efectos del contacto de la piel humana con sus filamentos venenosos son en la mayoría de los casos leves y pasajeros, ardor e irritación de la piel fundamentalmente.

Hábitat de la medusa del mediterráneo
Es frecuente la aparición de esta especie de medusa a finales del verano y en el otoño, en aguas calientes y templadas. Su hábitat principal está localizado a lo largo del litoral mediterráneo, siendo considerada junto con Rhizostoma pulmo, las dos especies de mayor tamaño de la región.
La medusa del mediterráneo puede vivir gran parte de su vida en mar abierto, a varios metros de profundidad, pero para su ciclo reproductivo necesitan un sustrato rocoso somero por lo que se acercan a ambientes costeros. Su presencia en forma de plaga se ha comenzado a registrar en 1995, afectando al Mar Menor, el Egeo y el Adriático.

Comportamiento de la medusa del mediterráneo
La medusa del mediterráneo tiene una musculatura umbral que le permite nadar en vertical y horizontal en el agua, aunque en la mayor parte de los casos sucumben ante las fuertes corrientes marinas.
Su dieta fundamental está constituida por peces pequeños, invertebrados y otras especies de medusas que van digiriendo poco a poco. Inyectan a sus presas con las toxinas que contienen en sus cnidocitos, que las inmovilizan de inmediato y les permiten atraerlas hacia su boca con los tentáculos y brazos bucales.
En ocasiones se le puede ver nadando rodeadas de alevines de especies (jureles, seriolas, salemas y bogas) que son inmunes a sus toxinas y buscan refugio entre sus brazos de otros depredadores.

Reproducción de la medusa del mediterráneo
El ciclo de vida de una medusa del mediterráneo comienza con la fecundación tras la expulsión de los gametos de ambos sexos (óvulo y espermatozoide). Es así como nace una larva completamente ciliada llamada plánula pelágica, que pasa a formar parte de ese conjunto de microorganismos conocido como plancton.
Pasado un tiempo la plánula tiene la capacidad de fijarse a un sustrato rocoso apropiado o en su defecto a una concha de un molusco poco móvil, para transformarse en un pólipo asexual. Estos pólipos tienen la capacidad de producir nuevos pólipos mediante un mecanismo de reproducción asexual llamado gemación. A partir de este proceso se producen medusas sexuadas llamadas efiras, que se transforman y crecen hasta alcanzar la forma y el tamaño de la forma adulta, cerrando así el ciclo reproductivo.

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viernes, 7 de septiembre de 2018

Carabela portuguesa


Aun cuando la época de corsarios y piratas parece haber quedado en el pasado, una embarcación muy peculiar "navega" cada año por las zonas cálidas del océano Indico y Pacífico, llegando incluso a frecuentar las costas ibéricas según sea la voluntad del viento. Se trata de la Physalia physalis, un nombre que bien poco nos revela sino especificamos que se trata de la popular carabela portuguesa, también identificada como botella azul o falsa medusa.

Este último apelativo responde a una curiosidad de la especie, pues no se trata de una medusa en realidad, sino de un organismo colonial, integrado por varios hidroides que desempeñan diversas funciones dentro del conjunto. Perteneciente al orden de los sifonóforos, el veneno de este organismo no se considera mortal, a pesar de que puede causar graves lesiones. ¿Sabes lo que debes hacer ante una picadura de carabela?


Principales características

Como mencionamos anteriormente, el rasgo más sobresaliente de estos organismos es que se trata de un conjunto o colonia, compuesto por hidroides. La porción que flota (y de la cual toma su nombre, aludiendo a las carabelas del siglo XV inventadas por los portugueses) se denomina neumatóforo, a la que siguen otras como la encargada de la digestión (gastrozoides), la que reproduce (gonozoides) y finalmente la porción que captura a las presas y se defiende de amenazas (dactilozoides).
Estos últimos, los dactilozoides, se presentan en forma de tentáculos, los cuales pueden llegar a medir hasta 50 metros, con algunos casos excepcionales que alcanzan el doble de longitud. En estos tentáculos, la carabela posee cerca de tres cuartos de millón de nematocistos, elementos celulares que albergan más de diez tipos de venenos, y con los cuales puede capturar peces pequeños y moluscos, y alejar a sus depredadores.


En cuanto a la bolsa prominente de su cuerpo, se trata de un pólipo superior, de color azulado, y en cuyo interior podemos encontrar muestras de nitrógeno, oxígeno y argón. Generalmente, esta vela gelatinosa sobresale unos quince centímetros de la superficie, y puede llegar a medir unos 30 cm de longitud. Al inflarse, la carabela puede alcanzar una velocidad de desplazamiento de casi 22 metros por segundo.

Distribución y hábitat

No es común observar la presencia de carabelas portuguesas en climas templados y fríos. Habitualmente abundan en regiones tropicales y subtropicales del océano Pacífico, el océano Índico y parte del Atlántico. Menos habitual resulta contar con estos hidrozoos en el Mediterráneo, aunque pueden avistarse en costas españolas, donde cuentan con pocos depredadores. Las congregaciones de estos organismos alcanzan casi mil ejemplares, con una fuerte dependencia entre ellos en aras de asegurar la supervivencia.

Curiosidades de la carabela portuguesa 

A pesar de su potente veneno, la carabela portuguesa cuenta con varios depredadores, entre los que podemos mencionar el pulpo manta, las tortugas, la babosa Glaucus atlanticus y el pez luna (considerado además el pez más pesado del mundo con una media de 1000 kilogramos de peso). Ante la presencia de estos organismos, la carabela es capaz de desinflar su bolsa tan peculiar y dejarse sumergir hasta el fondo del mar para dar la impresión de haber muerto.
Del mismo modo, existen otros seres vivos que pueden convivir en perfecta armonía con el veneno de la carabela portuguesa. Cerca de sus tentáculos, podemos encontrar al pez payaso, inmune por la mucosa que rodea su piel, o el Nomeus gronovii, cuya asociación tan fuerte con la carabela le ha llegado a obtener el nombre de pez carabela portuguesa. Cualquiera de estos organismos se protegen de sus depredadores a través de los tentáculos de la carabela, y está a su vez permite atraer a otros peces que componen su dieta.


Veneno de la carabela portuguesa 

De naturaleza carnívora, la carabela portuguesa posee en cada centímetro cuadrado de sus tentáculos, más de un millón de células urticantes, que utiliza para paralizar a los peces pequeños e introducirlos hacia la cavidad gastrovascular (gastrozoides) donde tomará lugar el proceso de digestión. En realidad, el veneno de estos organismos se segrega de manera espontánea y aunque no se considera mortal, si puede afectar a niños pequeños y personas alérgicas, llegando a causar paro cardíaco y por consiguiente, la muerte.
Otros síntomas más comunes son los vómitos, la fiebre, náuseas y un intenso dolor en la zona de la picadura. La toxina de la carabela se encuentra compuesta por estructuras proteicas y péptidos, de las cuales se conoce que poseen propiedades hipnóticas. Otro hecho que resulta interesante, es que incluso cuando permanezcan inertes a la orilla de la playa, cualquier contacto con sus tentáculos puede resultar peligroso.


¿Cómo actuar ante una picadura de carabela portuguesa?

Lo primero es retirar los restos de tentáculos que puedan quedar remanentes sobre la piel. Esta operación nunca debe efectuarse directamente con las manos. Seguidamente, se deberá aplicar agua salada sobre la zona afectada. Nunca es conveniente emplear agua dulce, pues la diferencia de presión puede conducir al estallido de los cnidocitos y el aumento del dolor.
Para aliviar el dolor causado por la toxina, podemos lavar la zona con agua caliente o vinagre, aunque este último no se recomienda si no se ha limpiado debidamente la piel. Es importante además evitar la exposición de la herida a la luz solar, así como rascarse. Si los síntomas empeoran, lo más sensato es acudir al médico, quien podrá recetar cremas de corticoides, así como el vendaje de la zona y la suplementación de antihistamínicos.


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Medusa luminescente (Pelagia noctiluca)




La especie Pelagia noctiluca conocida también por su característica de luminiscencia como acalefo luminiscente o medusa luminiscente, irradia una luz brillante en las noches cuando se le molesta o también como un modo de atraer a sus presas. Es considerada una medusa cuya picadura puede resultar muy peligrosa para el ser humano, debido a la posesión de unos cnidocitos extremadamente urticantes.

Hábitat de la medusa luminiscente
Esta es una especie de medusas cuyo hábitat está localizado en las aguas profundas de la zona pelágica del Atlántico y del Mediterráneo, aunque es posible verla en ciertas épocas del año cercanas a las costas, para su ciclo reproductivo. Durante el período comprendido entre el inicio de la primavera y el final del verano, también es común la aparición de enjambres de medusas luminiscentes en las líneas de costas, que viajan movidas por las corrientes. Este incremento considerable de su población en estas regiones, está provocado fundamentalmente por factores climáticos y de cambios en los ecosistemas (aumento de nutrientes, vertido de fertilizantes, menor depredación, etc).


Características de la medusa luminiscente
Esta especie de medusa pertenece a la clase de los escifozoos, consideradas las verdaderas medusas. Posee una umbrela con una forma (abultada) de hongo, en la que destaca una coloración violeta rosácea brillante, que puede variar a un tono amarillo o dorado. El borde está provisto de 16 lóbulos periféricos, entre los que se encuentran de forma alterna 8 órganos sensoriales y 8 tentáculos marginales. Los tentáculos marginales suelen ser más largos que la propia medusa, con tamaños que superan 1 metro.
Alrededor de la boca son observables 4 brazos orales no ramificados que resultan más cortos que sus tentáculos y 16 canales radiales que se originan en las bolsas gástricas.

Tal como su nombre científico (Noctiluca) hace referencia, es una especie que brilla en la oscuridad. Cuando es excitada se produce una corta luminiscencia que deja una estela detrás y se va desvaneciendo poco a poco.
Aunque resultan muy peligrosas por los niveles de toxinas presentes en sus cnidocitos, resulta difícil obtener una dosis elevada de este veneno ya que solo poseen ocho tentáculos, con filamentos que resultan más cortos que los de otras especies. El contacto de sus tentáculos con las presas suele ser fatal, pero en el caso del ser humano generalmente solo se produce una profunda irritación.

Reproducción de la medusa luminiscente
A diferencia de otras especies de medusas que tienen un ciclo vital donde se alternan las dos formas reproductivas, las medusas luminiscentes solo poseen una reproducción sexual. Tanto el macho como la hembra vierten en el agua los gametos (el óvulo y el espermatozoide), y ocurre la fecundación dando lugar a un nuevo embrión. De esta manera nace una larva casi microscópica que desde muy temprano es capaz de desplazarse en el agua.
Pasada una semana esta larva se desarrolla como una medusa juvenil y en apenas un mes es considerada una medusa joven. El ciclo de vida de esta especie puede durar de dos a seis meses, siendo la causa de muerte fundamental el encuentro con aguas turbulentas.


Estudio del gen de la luminiscencia
El estudio de las reacciones químicas que causan luminiscencia en algunas especies, incluida la Pelagia noctiluca, es de interés de varios grupos de científicos alrededor del mundo. Así como otras especies de medusas resultan comestibles o se usan para fines médicos y terapéuticos, estas medusas también pueden ser de utilidad para la ciencia. La posibilidad de asilar este gen puede incidir en la generación de nuevas soluciones de energía solar, que podrían tener una aplicabilidad en las ciencias médicas y ofrecer además energía a un bajo costo.


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