domingo, 9 de septiembre de 2018

Medusas avispas de mar



De nombre científico Chironex fleckeri, la avispa de mar o medusa de caja está considerada como uno de los animales más venenosos de la Tierra, capaz de matar a un ser humano por contacto. Por suerte el hábitat de esta cubomedusa, clase Cubozoa, se concentra fundamentalmente en las aguas de Australia y algunas que otras áreas del océano Índico oriental y del Pacífico. Los reportes de su existencia en otras latitudes son escasos.

Características de las medusas avispa
El cuerpo principal de estas medusas o umbrela asemeja un cuadrado y al igual que otras especies de  medusas es translúcido. Por esto es que resulta difícil divisarlas, a menos que sea de noche y el brillo que proyectan en ese momento del día las haga visibles desde determinadas distancias.
Sus tentáculos pueden extender su tamaño hasta tres metros de largo y cada uno contiene hasta cinco mil millones de aguijones microscópicos o cnidocitos, que son los componentes mediante los que inyecta su veneno.

Una diferencia notoria de estas avispas de mar con otras medusas, son sus cuatro grupos de 20 ojos, mientras que la mayoría de sus parientas son ciegas. No obstante, aún no se ha precisado si ven y procesan imágenes lo suficiente como para perseguir presas valiéndose de esos ojos, lo cual puede resultar improbable dado el escaso desarrollo de su sistema nervioso central.
Veneno de la medusa avispa de mar
Como se dijo al inicio, este animal es calificado como uno de los más letales, si no el que más. Su potente veneno en cantidades tan ínfimas como 1,4 miligramos puede provocar que un humano pierda la vida en menos de cinco minutos, o dejar graves secuelas para el resto de la vida. Se calcula que todo el veneno de una sola medusa avispa de mar podría quitar la vida a cerca de 50 personas.
Según estudios realizados, la especie se vuelve más mortífera con el paso del tiempo. De pequeñas solo tienen veneno en un cinco por ciento de sus células urticantes y ya adultas, y alcanzado su máximo desarrollo, este se extiende al 50 por ciento, lo que les permite además ir a por presas de mayor envergadura.

Al rociar a una víctima humana con sus tentáculos e impregnar su veneno, la medusa provoca que en el área del contacto aparezcan lesiones visibles que se van enrojeciendo. Asimismo, si la cantidad de veneno fue suficiente para provocar la muerte, la zona se hincha y a los 20 minutos del contacto comienza a producirse el denominado síndrome irukandji, consistente en un intenso dolor en todo el cuerpo, la duplicación de la tensión sanguínea y la triplicación del ritmo cardíaco. Normalmente, cuando esto ocurre la muerte sobreviene tras una embolia cardíaca.
Si la cantidad inoculada al organismo no fuese suficiente para causar una muerte rápida como la escrita, el dolor persistirá de forma intensa hasta 48 horas, aunque como promedio son 12. Tras resultar afectado, la primera medida efectiva es untar vinagre en la zona en cuestión, pues esta sustancia posee propiedades que inhiben su efecto. No obstante, se debe acudir de inmediato al hospital o clínica más cercana, para recibir tratamiento especializado.

Otros síntomas del veneno de la avispa de mar, al que algunos animales como las tortugas de mar son inmunes, son las dificultades para respirar, las náuseas y los vómitos, y la muerte del tejido cutáneo impactado.

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