viernes, 7 de septiembre de 2018

Medusa luminescente (Pelagia noctiluca)




La especie Pelagia noctiluca conocida también por su característica de luminiscencia como acalefo luminiscente o medusa luminiscente, irradia una luz brillante en las noches cuando se le molesta o también como un modo de atraer a sus presas. Es considerada una medusa cuya picadura puede resultar muy peligrosa para el ser humano, debido a la posesión de unos cnidocitos extremadamente urticantes.

Hábitat de la medusa luminiscente
Esta es una especie de medusas cuyo hábitat está localizado en las aguas profundas de la zona pelágica del Atlántico y del Mediterráneo, aunque es posible verla en ciertas épocas del año cercanas a las costas, para su ciclo reproductivo. Durante el período comprendido entre el inicio de la primavera y el final del verano, también es común la aparición de enjambres de medusas luminiscentes en las líneas de costas, que viajan movidas por las corrientes. Este incremento considerable de su población en estas regiones, está provocado fundamentalmente por factores climáticos y de cambios en los ecosistemas (aumento de nutrientes, vertido de fertilizantes, menor depredación, etc).


Características de la medusa luminiscente
Esta especie de medusa pertenece a la clase de los escifozoos, consideradas las verdaderas medusas. Posee una umbrela con una forma (abultada) de hongo, en la que destaca una coloración violeta rosácea brillante, que puede variar a un tono amarillo o dorado. El borde está provisto de 16 lóbulos periféricos, entre los que se encuentran de forma alterna 8 órganos sensoriales y 8 tentáculos marginales. Los tentáculos marginales suelen ser más largos que la propia medusa, con tamaños que superan 1 metro.
Alrededor de la boca son observables 4 brazos orales no ramificados que resultan más cortos que sus tentáculos y 16 canales radiales que se originan en las bolsas gástricas.

Tal como su nombre científico (Noctiluca) hace referencia, es una especie que brilla en la oscuridad. Cuando es excitada se produce una corta luminiscencia que deja una estela detrás y se va desvaneciendo poco a poco.
Aunque resultan muy peligrosas por los niveles de toxinas presentes en sus cnidocitos, resulta difícil obtener una dosis elevada de este veneno ya que solo poseen ocho tentáculos, con filamentos que resultan más cortos que los de otras especies. El contacto de sus tentáculos con las presas suele ser fatal, pero en el caso del ser humano generalmente solo se produce una profunda irritación.

Reproducción de la medusa luminiscente
A diferencia de otras especies de medusas que tienen un ciclo vital donde se alternan las dos formas reproductivas, las medusas luminiscentes solo poseen una reproducción sexual. Tanto el macho como la hembra vierten en el agua los gametos (el óvulo y el espermatozoide), y ocurre la fecundación dando lugar a un nuevo embrión. De esta manera nace una larva casi microscópica que desde muy temprano es capaz de desplazarse en el agua.
Pasada una semana esta larva se desarrolla como una medusa juvenil y en apenas un mes es considerada una medusa joven. El ciclo de vida de esta especie puede durar de dos a seis meses, siendo la causa de muerte fundamental el encuentro con aguas turbulentas.


Estudio del gen de la luminiscencia
El estudio de las reacciones químicas que causan luminiscencia en algunas especies, incluida la Pelagia noctiluca, es de interés de varios grupos de científicos alrededor del mundo. Así como otras especies de medusas resultan comestibles o se usan para fines médicos y terapéuticos, estas medusas también pueden ser de utilidad para la ciencia. La posibilidad de asilar este gen puede incidir en la generación de nuevas soluciones de energía solar, que podrían tener una aplicabilidad en las ciencias médicas y ofrecer además energía a un bajo costo.


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