domingo, 9 de septiembre de 2018

Medusa huevo frito

Medusa huevo frito

La medusa del Mediterráneo (Cotylorhiza tuberculata) también llamada medusa huevo frito por su aspecto en cuanto a forma y color, es frecuentemente vista en todo el litoral mediterráneo. Al igual que otras especies de medusas pertenecientes al filo Cnidaria, comparte las características propias de estos organismos marinos, dentro de las que destaca la presencia de células urticantes conocidas como cnidocitos.


Características de la medusa del mediterráneo
La umbrela de esta medusa es suave y gelatinosa, con un tamaño medio que oscila entre los 20 y los 40 cm. Es aplanada de color crema, excepto el área central que se encuentra abultada y destaca en un pardo- rojizo. La boca está situada en la cara inferior de la umbrela.
Está rodeada por un anillo circular de pequeños tentáculos morados. Posee 8 brazos que están recubiertas de pequeñas protuberancias con la forma de un botón, en un patrón cromático de blanco, azul y violeta. Esta característica es la que determina su identificación inmediata.

La coloración puede variar entre tonos verdosos o pardos-anaranjados, en función de la cantidad de algas que vivan de forma simbiótica en ella.
No es una especie peligrosa ya que presenta una escasa toxicidad en sus tentáculos, en comparación con otras de sus congéneres. Los efectos del contacto de la piel humana con sus filamentos venenosos son en la mayoría de los casos leves y pasajeros, ardor e irritación de la piel fundamentalmente.

Hábitat de la medusa del mediterráneo
Es frecuente la aparición de esta especie de medusa a finales del verano y en el otoño, en aguas calientes y templadas. Su hábitat principal está localizado a lo largo del litoral mediterráneo, siendo considerada junto con Rhizostoma pulmo, las dos especies de mayor tamaño de la región.
La medusa del mediterráneo puede vivir gran parte de su vida en mar abierto, a varios metros de profundidad, pero para su ciclo reproductivo necesitan un sustrato rocoso somero por lo que se acercan a ambientes costeros. Su presencia en forma de plaga se ha comenzado a registrar en 1995, afectando al Mar Menor, el Egeo y el Adriático.

Comportamiento de la medusa del mediterráneo
La medusa del mediterráneo tiene una musculatura umbral que le permite nadar en vertical y horizontal en el agua, aunque en la mayor parte de los casos sucumben ante las fuertes corrientes marinas.
Su dieta fundamental está constituida por peces pequeños, invertebrados y otras especies de medusas que van digiriendo poco a poco. Inyectan a sus presas con las toxinas que contienen en sus cnidocitos, que las inmovilizan de inmediato y les permiten atraerlas hacia su boca con los tentáculos y brazos bucales.
En ocasiones se le puede ver nadando rodeadas de alevines de especies (jureles, seriolas, salemas y bogas) que son inmunes a sus toxinas y buscan refugio entre sus brazos de otros depredadores.

Reproducción de la medusa del mediterráneo
El ciclo de vida de una medusa del mediterráneo comienza con la fecundación tras la expulsión de los gametos de ambos sexos (óvulo y espermatozoide). Es así como nace una larva completamente ciliada llamada plánula pelágica, que pasa a formar parte de ese conjunto de microorganismos conocido como plancton.
Pasado un tiempo la plánula tiene la capacidad de fijarse a un sustrato rocoso apropiado o en su defecto a una concha de un molusco poco móvil, para transformarse en un pólipo asexual. Estos pólipos tienen la capacidad de producir nuevos pólipos mediante un mecanismo de reproducción asexual llamado gemación. A partir de este proceso se producen medusas sexuadas llamadas efiras, que se transforman y crecen hasta alcanzar la forma y el tamaño de la forma adulta, cerrando así el ciclo reproductivo.

Fuente:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario